Con un concierto de juego coral demostró que, pese a las bajas, es un equipo que puede pelear por estar entre los mejores.
Con una defensa más que seria y un juego de ataque veloz y eficaz, l@s bilbaín@s fueron dueñ@s del partido desde el minuto uno, no dejando a l@s murcian@s posibilidad alguna de retarles en el marcador. En el minuto 7 el luminoso señalaba ya un 6 a 21 y al finalizar el primer parcial un rotundo 10 a 31. El punto bajo en cancha de l@s bizkain@s, el irlandés James Macsorley, firmaba unos minutos excepcionales, anotando 12 puntos.
Bajaron un poco el pistón ofensivo l@s bizkain@s en el segundo parcial, pero no cejaron en sus obligaciones defensivas, impidiendo que l@s de Pablo Benítez pudieran reducir de manera significativa el diferencial en el tanteador. Al descanso, se llegó con un 24 a 48 que destensionaba el devenir de los siguientes 20 minutos. David Mouriz, con 16 puntos, se mostraba el más eficaz ante el aro contrario en la escuadra entrenada por Adrián Yáñez.
Tras el receso, poco cambiaron las cosas. Bidaideak mostraba que tenía un par de marchas más en su motor y el equipo de la universidad católica no podía con el ritmo fulgurante que manifestaban sus rivales. Los últimos 10 minutos se iniciaron con un 39 a 74 en el marcador y terminaron con un 54 a 96, que señalaba con claridad el diferencial de juego ofrecido en el parqué del Príncipe de Asturias de la capital murciana.
L@s ocho jugador@s con los que pudo contar Yáñez consiguieron anotar. Mouriz firmó 30, Jasso, 22, James, 14, Avendaño, 12, Carbó, 8, Lorenzo, 4, Iragorri, 4 y Mariana Pérez, 2.
Por el equipo murciano, sus máximos anotadores fueron Robles, con 19 y Lalo con 14.