Todo el color del derbi lo pusieron las aficiones de Bidaideak y Zuzenak que convirtieron las gradas de Txurdinaga en una autentica fiesta, mientras que en la cancha los bilbaínos arrasaban literalmente al joven equipo alavés desde el primer al último minuto.
Aunque los de casa no pudieron alinear a la pólvora foránea – Turek, Blair y O´Neill- por encontrarse con sus selecciones nacionales atendiendo a compromisos internacionales, con su plantel local se bastaron para darse un festín anotador a costa de un entusiasta conjunto alavés que lo intentaba todo pero que se estrellaba una y otra vez contra la ordenada defensa diseñada por el bilbaíno Esteban Núñez. Éste tuvo que recurrir a quintetos poco ensayados en competición a lo largo de la temporada, pero, en ningún momento, sus propuestas desafinaron. Entre Patxi Suarez y Jose Centeno supieron cubrir con suficiencia el vacío de Blair; David e Iragorri se encontraron cómodos en el intento de hacer olvidar a las muñecas letales de Turek y O’Neill, y en la pintura entre Txema Avendaño, Luis Jasso y Manu Lorenzo, se bastaron y sobraron para que toda pelota perdida por allí acabara en sus manos.
Todo el dibujo del equipo era poco reconocible en esas facetas, pero en la que se mostraba inalterable era en la conducción del juego que una vez más estuvo en manos de un Asier García que si ejerce magisterio jornada tras jornada, ayer decidió dictar cátedra. De sus muñecas salieron 29 puntos y 19 asistencias y en la pintura cazó hasta 21 rebotes. Pero si los números son casi de alienígena, su categoría no se refrenda sólo por los mismos. Lo mas resaltable de su aportación fue, tal vez, el control que en todo momento llevó del tempo del partido y la lectura de las capacidades y oportunidades de sus compañeros a los que hizo jugar a un gran nivel.
Los alaveses que acudían mermados a Txurdinaga por la ausencia, también por compromisos internacionales, de Leep y Jhoan Vargas, no pudieron disputar en momento alguno el marcador. Aunque pudieron recuperar para su juego al getxotarra Viso su aportación (8 puntos), y las de Igarki Pascual (18) y Adrian García (8) fueron insuficientes como para mantener tensionado el encuentro. En el primero de los parciales recibieron un 23 a 15 que todavía les daba alguna esperanza, pero al descanso se fueron ya con un 47 a 26 que les dejaba fuera del match. Al iniciar el último tiempo, con un ya contundente 71-34, sólo intentó maquillar el resultado y, en los postreros instantes, hacer debutar en competición oficial a Yarik Martínez y a Naiara Rodríguez.
Bidaideak también recurrió en la mayoría de los minutos a jugadores amamantados en su factoría, por lo que el encuentro tuvo por momentos tuvo notas de euskogame, denotador de que es en Euskadi donde más se trabaja y se cuida la cantera. Esteban Núñez quiso poner en cancha en los últimos seis minutos al joven Ihad Ettaleb, un muchacho que lleva año y poco entrenando con en la escuela Bidaideak, pero que ya ha recibido el plácet del entrenador para hacerlo también con el primer equipo y ayer debutar en competición oficial, marcando además 2 puntos que siempre recordará.